domingo, 2 de septiembre de 2007

Los vientos de la muerte



“…En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver…”

Joaquín Sabina.

La Media Luna está vacía y solitaria, nadie hay ya para recordar a Pedro Páramo. Nadie vive en la lejana Comala. Todos están muertos y aún así, todos le temen. Asesinado hace años, Pedro Páramo todavía es causa de temor. Y es que los muertos de Comala siguen vivos en su difunta eternidad y continúan en ellos las preocupaciones, sus obsesiones, sus quehaceres diarios. Comala es una ciudad donde los muertos están muy vivos, o los vivos muy muertos. Y en este estado de muerte, el miedo se respira en el aire bochornoso, miedo por el cacique y dictador Pedro Páramo, cuya sombra todavía extiende su crueldad entre las llanuras de la Media Luna.


“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”. Con esta frase célebre comienza el libro Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Esta novela corta cuenta la historia de un hijo en busca de su padre, de sus orígenes. Y en La Media Luna encontrará la muerte y la vida que anda buscando. A través de historias de muertos reconstruye la vida en Comala, una vida marcada por la muerte y el miedo que infundía su progenitor: Pedro Páramo. La pequeña Comala es un pueblito con extensas llanuras verdes que promete prosperidad, pero pasa a convertirse en la boca mismísima boca del infierno. Los vientos de la muerte destruyen todo lo que mora en sus llanuras: sueños, ilusiones…vidas.


Es de destacar en esta obra, en cuanto al plano formal, el abandono por parte de Rulfo de las normas vigentes respecto a la disposición por capítulos. En el texto se intercalan breves fragmentos, a veces sin ninguna relación con los restantes; son fragmentos de diálogo o monólogo, las voces del pueblo cuya identidad a veces el lector sólo puede intuir.
Nacido en una tierra árida, sombría y abandonada, el paisaje y los ambientes que aparecen en la obra de Juan Rulfo tiene mucho que ver con estas características. Tanto en la mayoría de sus cuentos (recogidos en El llano en llamas) como en Pedro Páramo, el narrador se inventa una mítica ciudad que constituye el paisaje donde se mueven sus atormentados personajes. Siempre es el mismo paisaje: una llanura desértica cuyos habitantes son gentes solitarias que sufren culpas y traman venganzas viviendo en una tensa espera. Para estos personajes, la vida se sitúa en algún lugar del pasado o del futuro, casi siempre susurrada por los vientos de la muerte.

sábado, 1 de septiembre de 2007

La sombra del viento


A veces yo también tengo la costumbre de regalar libros, so pena de que éstos no gusten. Éste fue el caso en el cumpleaños de mi "pepito grillo". Ella siempre me hace regalos útiles (su primer regalo fueron pilas y cintas para mi grabadora, no vaya a ser que me quede a medias en una entrevista), y yo pretendía regalarle algo especial. Pensé en un libro, sé que le gusta leer, pero quería algo especial. Así que me fui a la fnac y el libro me encontró a mi. Era una edición preciosa de La sombra del viento, de Carlos Ruíz Zafón, me miraba desde las estanterías y pensé que sería perfecto. Luego no resultó serlo para ella (cosa que me confesaría más tarde), pero valoró con agrado la intención, y por lo menos disfrutó de la prosa (aunque no de la historia).


Bueno, por lo menos coincidimos en algo: a ambas nos gustó la forma en la que estaba escrito. A mi, personalmente, la historia me sedujo desde el principio, la verdad es que desde que leí el título. Casi siempre me suele ocurrir lo mismo, si el título no me dice nada, el libro tampoco. Pero además de la historia, la riqueza léxica es un verdadero regalo de su autor.

Como otros tantos, hay gente que lo aborrece, pero humildemente creo que es gente que no disfruta con la lectura. De un libro no hay que esperar nada, ni siquiera que te sorprenda. Ahí está la gracia, en que cuando esperas y no recibes la decepción es enorme. Por otro lado, si no esperas nada a cambio más que el placer de relajarse es cuando las sorpresas pueden aparecer: nos trasportan a otras épocas, la imaginación vuela, la mente disfruta, hay MAGIA...

De él no os contaré nada, prefiero que os lo leais, y me corrijais si estoy equivocada.

viernes, 31 de agosto de 2007

El burlador burlado




“Dijo la Zorra al Busto,
después de olerlo:
Como éste hay muchos,
que aunque parecen hombres,
sólo son bustos”


Félix María de Samaniego. Fábulas en verso castellano




Es en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, donde se dramatiza, por vez primera, el mito de Don Juan. Un Don Juan que goza burlando a hombres y mujeres y destruyendo vida y honras. Al final, la justicia divina, encarnada en la estatua de Don Gonzalo, le alcanzará y le precipitará a los infiernos para escarmiento de aquellos que se atrevan a desafiar al Todopoderoso.
Toda la comedia, por otra parte, está presidida por el dinamismo, por un in crescendo en las acciones del burlador, sin que falten el lirismo y las acertadas imágenes poéticas.
El burlador de Sevilla y convidado de piedra es un claro caso de un rebelde contra las normas sociales admitidas de la época (aunque no lo exculpa). Don Juan atenta mediante industrias reprobables contra la honra de varias doncellas. Siente placer en afrentar (no es un seductor movido por exacerbado erotismo) a las mujeres. En el teatro del siglo XVII, tal y como muestran numerosísimas obras, estas deshonras llegaban a repararse por medios y recursos varios, matrimonio incluido. Don Juan Tenorio queda acuñado como modelo para posteriores versiones más divulgadas: desde la de Molière a la de Zorrilla, pasando por Da Ponte y Mozart. Este Don Juan es un odioso triunfador de la deshonra, pero que además se complace en recrearse en el humor macabro. Así, cuando el fantasma de Don Gonzalo llega a la cena a la que le invitó Don Juan, el gracioso Catalinón supera sus miedos para entregarse de lleno a las bromas y el sarcasmo.


Don Juan vive en un mundo donde nada es realmente cierto, excepto la muerte. Vivió del engaño y en el engaño, del que sólo salió al ver el rostro de la muerte. La figura de Don Juan ha perdurado hasta nuestros días. Y la temática ha sido durante siglos un filón para escritores de distintas lenguas y culturas. Algo oculto hay en Don Juan, que todavía hoy, consigue seducirnos.

jueves, 30 de agosto de 2007

Querido diario...




“Espero poder confiártelo todo como aún no lo he podido hacer con nadie, y espero que seas para mí un gran apoyo”. Ana Frank, Diario.

En La tregua, de Mario Benedetti, un diario es el punto de partida para conocer las inquietudes de un oficinista al filo de la jubilación. Una vida basada en la rutina, casi como cualquier otra vida, en la que Benedetti puso mucho de él y quizás, sin saberlo, mucho de nosotros. Que tire la primera piedra aquel que nunca haya escrito un pensamiento. El papel, al fin y al cabo, es más paciente que el hombre.


En la víspera de su retiro laboral, Martín Santomé inicia el registro de sus pensamientos e inquietudes en un diario. Toda la novela tiene la misma estructura intimista y personal que invita a la reflexión. Martín es un hombre “gris”, su vida no tiene nada especial, salvo la rutina. Viudo y con tres hijos mayores, su existencia está centrada en su trabajo de oficinista, y ve su jubilación como una continuación de su soledad. Pero en este tiempo hacia el ocaso, Dios le concede una tregua que cambiará su vida. No se trata de un encuentro divino ni una experiencia mística, sino que inesperadamente encuentra el amor en una muchacha joven llamada Laura Avellaneda. Su vida deja de ser gris, de nuevo se siente rejuvenecido y el futuro lo ve como un camino largo pero amable. Alquila un apartamento para sus encuentros con Avellaneda (así la nombre en todas sus anotaciones), habla con Blanca (su hija) de su nuevo amor y charla con sus hijos. Pero la repentina muerte de Avellaneda vuelve a cambiar las cosas, aunque su perspectiva no vuelve a ser la misma, sino que intenta afrontar las cosas de forma más positiva.


Para terminar, unos pasajes que todavía hoy, por muchas veces que lo lea, siguen llamando mi atención:


Sé que cuando uno ve las cosas desde fuera, cuando uno no se siente complicado en ellas, es muy fácil proclamar qué es malo y qué es lo bueno. Pero cuando uno está metido hasta el pescuezo en el problema (y yo he estado muchas veces así), las cosas cambian, la intensidad es otra, aparecen hondas convicciones, inevitables sacrificios y renunciamientos que pueden parecer inexplicables para el que sólo observa… Ojalá te sientas a la vez protector y protegido, que es una de las más agradables sensaciones que puede permitirse el ser humano”.

“Y padecen la más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a sí mismo”.

“La experiencia me ha enseñado que uno de los métodos más eficaces para derrotar a un rival es el vacilante corazón de una mujer, es elogiar sin restricciones a ese mismo rival, es volverse tan comprensivo, tan noble y tolerante, que uno mismo se sienta conmovido”

miércoles, 29 de agosto de 2007

La invención de Morel



En una isla solitaria, casi utópica, desembarca un fugitivo en busca de libertad. Y esa libertad y esperanza la encuentra a través del amor. Un amor que es incapaz de mirarle a los ojos, que ignora que es amado. Y la ilusión es la que le da vida, a través de la muerte.

Este es un libro extraordinario que encierra entre sus páginas una mezcla de todos los elementos que hacen de un relato una buena novela: emoción, intriga, amor, lenguaje cuidado, imaginación y, por supuesto, buena prosa. No en vano, en cierta ocasión, Jorge Luís Borges afirmaba: "He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta". Borges se refería a La invención de Morel, escrito por Adolfo Bioy Casares.

En La invención de Morel, se pone de manifiesto la eterna preocupación del hombre que tantas páginas ha llenado en la historia de la literatura: la búsqueda de la inmortalidad. Morel inventa un artilugio para capturar imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones, algo extraordinario para la época. Pero el inventor va más allá, y pretende la inmortalidad capturando el alma de las personas. Para ello es necesario un paso trascendental: la muerte.

Morel estaba enamorado de Faustine, y para conseguir su amor y estar toda la eternidad juntos graba las imágenes con su máquina. Pero no está sola, y todos los demás acompañantes caen en la misma trampa. Una trampa en la que más tarde participará el propio fugitivo, al enamorarse de la imagen de Faustine e intentar que ella sienta lo mismo. El amor es el hilo conductor, el “leitmotiv” que impulsa a los personajes a cometer las acciones. El fugitivo comprende, finalmente, que para estar con Faustine debe morir primero, aquí se muestra otro de los tópicos literarios “el amor como símbolo de la inmortalidad”.

Los espejos, al igual que las fotografías, reproducen la realidad. Pero es una realidad “no real”, ya que no muestra los sentimientos ni el alma de aquello que capturan. Morel intentó, con su máquina, construir su propio mundo en una isla desierta. Esa isla utópica es un reflejo de aquello que queremos ser y sentir, pero no deja de ser una utopía, un sueño. Y la vida, muchas veces, se construye a partir de sueños.

Os dejo una cita de Borges que utilicé para una crítica literaria:

“Desde el fondo remoto del corredor, el espejo nos acechaba. Descubrimos (en la alta noche ese descubrimiento es inevitable) que los espejos tienen algo monstruoso. Entonces Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar había declarado que los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de hombres”
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius. Ficciones.
Jorge Luís Borges.

martes, 28 de agosto de 2007

Jugándose la boca


El irreverente de Sabina, mi "hombre preferido", a decidido volver a jugarse la boca en su nuevo libro: Sabina en carne viva. Y digo mi "hombre preferido" porque no me interesa tanto como cantante que como hombre. Aborrezco algunas de las cosas que hace, como ir a contemplar a una plaza de toros el sufrimiento y muerte de un animal, pero él es así de bárbaro, y esto se lo perdono. Lo que más me seduce es su pluma, sus letras y sus reflexiones. Todo en él está cargado de simbolismos, ironía, metáforas imposibles...y me apasiona leer sus canciones (fantástico el libro Con buena letra), es más, realizar en ellas un análisis retórico (me valió una matrícula en Filología). Y cambiando de carrera, esta vez en Periodismo, me encantó la idea de un libro-entrevista, una conversación a ratos pactada, a ratos libre, entre "mi" Sabina y Javier Menéndez Flores.


Dejando de lado lo que cuenta (huelga decir que muy interesante), me gusta cómo lo cuenta. Habla de "mis chicos" (el Gabo es uno de ellos) y su amistad parece también mi amistad, es como tomarse un café todos juntos. Sabina hace un repaso de su vida, en plan memoria final (esperemos que no), sin pelos en lengua (la verdad es que nunca los ha tenido). Sigue siendo el mismo maleducado de siempre, y eso me encanta. Otro enamorado de Madrid, esa ciudad tan tan indescriptible, que él describe como nadie en una canción.Y en cuanto a lo que cuenta, os recomiendo su lectura, porque son historietas y anécdotas de lo más curiosas, pero también pensamientos trascendentales en plan filósofo. Una visión de la vida muy diferente a lo que estamos acostumbrados.

Gracias, amigo (aunque no lo conozca, bien podría ser mi amigo) por jugarte, de nuevo, la boca.

lunes, 27 de agosto de 2007

El noble arte de la esgrima


Arturo Pérez-Reverte es el autor de El maestro de esgrima, una novela corta en que se combina acción, suspense y buena escritura. El hilo narrativo consigue enganchar de tal forma que no puedes dejar de leerlo. Y no sólo por el suspense, sino que tiene una prosa tan cuidada que no llega a resultar farragoso en ningún momento. Lo del tema de la esgrima no me atraía nada, pero sentía cierta curiosidad y decidí leerlo. Una vez estás dentro de la novela (sólo así se puede leer bien un libro) eres capaz de visualizar las clases magistrales del profesor Jaime Astarloa. Esto es posible a las descripciones breves pero cuidadas de Pérez-Reverte, quién contextualiza y ambienta la novela de forma excepcional.

Inspirado en el Madrid de finales del siglo XIX, con los valores sociales en decadencia, un maestro de esgrima intenta seguir fiel a sus principios. Y su tranquila y aburrida vida se transforma al entrar en escena una mujer (como no), y comienza entonces una historia de intrigas, amor, ambición, poder y traición. El maestro de esgrima tiene tintes de novela policíaca, pero no de las que se resuelven en el segundo capítulo, sino que su trama está tan bien trazada que el final es realmente sorprendente.

domingo, 26 de agosto de 2007

En busca del código



¿No os pasa alguna vez que cuando todo el mundo hace una cosa, tú te empeñas en hacer otra? A mi me pasó con El Código da Vinci, de Dan Brown. Todo el mundo hablaba de él y yo me sentía como la única persona en el mundo que no lo había leído. Si iba en el metro, siempre había alguien leyéndolo; si hablaban de libros, todo el mundo comentaba lo bueno que era; en prensa era el día a día por su polémica con la iglesia...hasta en los canales de documentales pasaban vídeos inspirados en el best seller. Así que yo me negué en redondo a comprarlo, no quería ser un besugo más dejándose arrastrar por la corriente. Y cual salmón rio arriba, me dediqué a lo mio, hasta que llegaron los Reyes Magos...y mi hermanito me regaló el dichoso libro. Por no hacerle un feo (sólo por eso) comencé a leerlo, y entonces no pude dejarlo hasta llegar al final (por cierto, yo soy de esas que suelen mirar el final antes, pero en este libro no funciona). Oye, la de cosas que sabe Dan Brown, y lo engañados que hemos estado todos!! No entiendo toda la polémica que ha suscitado la novela, porque se trata precisamente de eso, una novela, una historia que alguien inventa y luego pasa a papel. Lo que ocurre es que algunos dejan de verlo como una historieta y se creen que es cierto todo lo que dicen, y empiezan a temblar los cimientos de todas las iglesias. Y claro, ¡con la Iglesia hemos topado!

Su adaptación al cine, como suele ocurrir, es penosa. Lo bueno que tiene el libro es la lógica con la que descifran los enigmas (me encantan las cosas de pensar), pero como en la gran pantalla los minutos son de oro, no tenían tiempo para tanto, así que cada código lo descifran en un pis-pas. La super campaña de márketing arrastró a la muchedumbre a comprarlo, y más tarde a ver el film y aunque sea malo, señores, ya hemos pagado todos nuestra entrada. Así que Dan Brown ha visto engordar su cuenta en el banco y si en unos años nadie se acuerda de él, no pasa nada. No pasará a la historia como un gran escritor, ni estudiaremos en el colegio su biografía ni su estilo literario, pero es que él tampoco pretendía ser Cervantes.

Quizás sea porque desde chiquitita siempre he tenido una educación religiosa (carmelitas, escolapios, ceu san pablo) y ya no creo en nada, pero el libro, en si mismo, no está mal. Personalmente, aborrezco los best sellers, aunque no dejo de admitir que tienen una cosa buena: parece una obligación leerse la novelita de moda, y eso hace que millones de personas lean, y eso, al menos para mi, es muy positivo.

sábado, 25 de agosto de 2007

Elsa grande/Elsa pequeña



Melocotones Helados trata sobre Elsa, una joven pintora que se ha visto obligada a abandonar su casa ante unas amenazas de muerte de las que desconoce la razón, y marcha a otra ciudad a vivir con su abuelo. En ese exilio se adentra en las intrincadas relaciones humanas y se mueve entre la propia historia de su familia y sobre todo, la de una prima con la que comparte nombre y apellidos. De ese modo se enfrenta a su fragilidad, a los errores, a la mezcla de identidades, a vivir una vida equivocada sin saberlo. ¿Es posible que incluso al morir se produzcan confusiones?
La autora, Espido Freire, construye una historia de secretos familiares y vidas cruzadas que forman el hilo conductor de la novela. Las diferencias entre Elsa grande y Elsa pequeña marcan sus vidas, las alejan y también las acercan. Y todo el conjunto del libro es como una receta de melocotones helados: escrito con paciencia y con amor, con cuidado y dedicación, porque no hay otra manera de hacer este postre. Y para elaborarlo...una historia que comienza gélida como el melocotón helado, jugosa y apetitosa, para llegar a un corazón de chocolate caliente que se derrite ante nuestros ojos. El resto no os lo contaré, no quiero fastidiarle el final a nadie, aunque tampoco es muy predecible.

Melocotones Helados fue Premio Planeta en 1999, y tiene para mi tiene una gran riqueza léxica y estilística. Es de lectura amena y agradable, pero sin caer en la sobriedad. Aunque lo cierto es la mayoría de gente con la que he hablado sobre el libro opina todo lo contrario: lo encuentran aburrido, soso y repetitivo (otra historia más de posguerra). Es bastante habitual que los premiado en el "Planeta" levanten ampollas, en España gustamos de cebarnos con el ganador (¿será envidia?). Sin embargo, algunos afortunados levantan pasiones (auque son los menos) y entonces el libro se convierte prácticamente en obra de culto. Ya sabemos que para gustos se hicieron los colores, así que tampoco lo voy a recomendar, no vaya a ser que meta la pata, aunque a mi me gustó bastante. Quizá lo vuelva a leer protito...

viernes, 24 de agosto de 2007

La casualidad...no existe



"La rueda de la vida" es un libro singular que cuenta la vida de su autora, Elisabeth Kübler-Ross. A través de sus páginas la autora hace una reflexión sobre los caminos de la vida, un destino que no podemos cambiar y que tenemos marcado al nacer. Todo lo que nos sucede tiene un significado, una misión que marcará para siempre nuestra existencia. La muerte deja de convertirse en un paso doloroso y se trasforma en un estado más de la vida, tan natural como nacer y crecer. Pero la sociedad actual ha tachado este tema como tabú y lo presenta como algo doloroso, concepción que Elisabeth trata de cambiar.


Nosotros no estamos solos en el mundo, estamos en conexión con otras personas, el amor nos hace crecer, nuestras relaciones nos enriqueceran más y el amor es realmente lo único que podemos poseer, conservar y llevarnos con nosotros. Esa es la enseñanza fundamental de este libro, una preparación desde los primeros pasos de nuestra existencia hasta la muerte.


Pero además, para mi, tiene otra lectura, la del camino de la vida. No hay nada, por pequeña que sea, que ocurra por azar. No somos dueños de nuestro destino, es el destino quién es nuestro dueño y todo lo que nos sucede tiene una explicación. Este libro me llegó en el momento justo, en una época en que no entendía lo que pasaba a mi alrededor. Mi cabeza se empeñaba en ir por un camino y sin embargo, las cosa que me rodeaban me guiaban por otro. Entonces un buen amigo me dijo que la casualidad no existe y me escribió algo que cambió mi perspectiva: "...no dejes de luchar por ese proyecto de vida y siempre, siempre, sigue tu estrella".


Además, traía una dedicatoria que siempre me recuerda a él, porque habla de ese mundo en el que los dos vivimos durante tanto tiempo. Espero que os guste tanto como a mi:


" Existe un mundo mágico, intangible para algunos, pero palpable para otros. Es el mundo de los libros. No es ingenuidad, no estoy equivocado; pues esta verdad se hace tan eterna que el tiempo deja ya de existir. ¡Imagínate lo eterno que es aqui un te quiero!" Ana María Matute


miércoles, 22 de agosto de 2007

Entre periodismo y literatura




Me encanta leer, y por suerte mis amigos lo saben, así que es fácil encontrar un regalo para mi. Y Estela, mi "pepito grillo" particular, me regaló "A sangre fría" mientras estudiábamos periodismo. No me terminaba de enganchar el argumento hasta que por fin, entendí por qué me lo regalaba precisamente a mi. Truman Capote, su autor, nada entre el periodismo y la literatura, mis dos pasiones. La historia cuenta el asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter en su propia casa. Capote se trasladó hasta el lugar para investigar lo sucedido y en sus páginas recrea a la perfección la vida y costumbres de los lugareños. Tan fiel y minucioso resulta en sus descripciones que es fácil imaginarse físicamente a los personajes. Llegan a ser tan cercanos que se pueden intuir sus reacciones, se convierten casi en tus propios vecinos.

El libro es una reflexión sobre la pena de muerte, aunque no en boca de su autor, sino que sin querer no puedes dejar de pensar en las consecuencias de este castigo. Se nos presenta de modo ta exhaustivo a los culpables que hay momentos que te inspiran lástima, y llegas a entenderlos.
El crimen fue real, y "A sangre fría" es el relato fiel de todo lo que sucedió, casi como una crónica periodística y un trabajo de investigación convertido en novela. El primer libro que cosolida la novela no ficción.

Os dejo una maravillosa sorpresa que encontré al abrir el libro. Se trata de una cita de mi profesor de Sociología de la Comunicación, Pepe Solves, y que Estela recogió a modo de dedicatoria:

"Los discursos son los espejos en los que se refleja el alma del mundo" P.Solves 29-04-05.

martes, 21 de agosto de 2007

El silencio de las sirenas


Cuando mi profesora de COU nos obligó a leer este libro, pensé que sería otra obra densa e ilegible que de vez en cuando teníamos como lectura obligatoria. Me sorprendió que la autora (Adelaida García Morales) fuera casi desconocida para nosotros, no teníamos ni un dato de su biografía ni tuvimos que estudiar las características de su obra. Y empecé sin darme cuenta a introducirme en una historia de obsesión y fustración que Elsa, su protagonista, construía a su alrededor y también al mío. El culpable de su tormento es elegido casi al azar, es un ser al que apenas conoce y que vive en la lejana Barcelona. Elsa es un ser torturado por la indiferencia, por la falta de pasión que la rodea. Se siente atormentada por los fantasmas de su propio espíritu embebido en frustración.
Adelaida García Morales cuenta esta historia por medio de la voz interpuesta de María, la maestra de una aldea perdida de Las Alpujarras, lo cual permite establecer una medidísima relación de distancia y, a la vez, complicidad con los hechos contados. La novela tiene aires románticos de postal teñida por el tiempo, pero sin caer en la tentación de convertirse en novela rosa. Toda una revelación en el panorama literario español de los años ochenta.
¿No creeis que todos tenemos algo de Elsa? En general idealizamos en exceso, siempre tenemos grandes expectativas cuando amamos, cuando necesitamos sentirnos escpeciales, construimos nuestro propio mundo tal y como nos gustaría que fuera... y al final la realidad es siempre diferente. Y en muchos casos el choque entre realidad-ideal es brusco y doloroso, el despertar de ese sueño es casi lo peor que te puede pasar en la vida, pero entiendo que en muchos casos, quizás sea esa la única forma de darle sentido a una vida.

lunes, 13 de agosto de 2007

El titular más recurrido


Posiblemente sea "Crónica de una muerte anunciada" el titular más recurrido por periodistas faltos de imaginación. Y es que es más conocido el título de este libro de Gabriel García Márquez que su contenido. Lo que más me atrae de esta novela negra es que desde el principio ya sabes el desenlace, y así se evita caer en la tentación de saltar directamente a las últimas páginas. Gabo lo sabía, conocía perfectamente la curiosidad del ser humano y sentenció a Santiago Nasar y a los lectores en la primera frase de la novela. Por eso podemos relajarnos y disfrutar de la buena lectura sin tener presente el olfato detectivesco que se encierra dentro de casa uno de nosotros. Por ello, los pequeños detalles saltan de entre sus páginas quedando relegado a un segundo plano la trama y aflorando a la superficie la calidad literaria de su autor, cada palabra y cada frase que no está escrita por azar, sino meditada y dentro de su espacio. Crónica de una muerte anunciada se lee en un trayecto de cercanías, en un par de desplazamientos en metro o en tres noches, si se tiene la sana costumbre de leer antes de dormir. Libro recomendable a todos los que conozco y desconozco, es más, todo el mundo debería leerlo, al menos una vez en la vida. De esta forma podríamos entender los caprichos y caminos del destino y su inevitable final.

lunes, 6 de agosto de 2007

La Colmena


Esta es una excelente obra de un excelente escritor. Las técnicas utilizadas hacen que la lectura sea tan interesante que no puedas evitar fijarte hasta en el más mínimo detalle de su composición. No se trata simplemente de leer una historia (o en este caso múltiples historias), sino de analizar su estructura hasta el último rincon de la novela. Los personajes, la voz del narrador, la perspectiva temporal...todo nos llama la atención de un modo suave, casi sin apreciarlo pero con la sutileza de hacer que nos fijemos en ello. En esta colmena (el título lo dice todo) se nos retrata a la sociedad española, el Madrid de los años 40, su moral, sus costumbres y sus vicios. No trata de imponernos nada, simplemente es como una cámara de video que va reflejando a los numerosos personajes y va contando su historia. Cada uno ya es libre de pensar luego lo que quiera. Para mi, Camilo José Cela es uno de los genios de la literatura española del siglo XX, y la Colmena una de sus genialidades. Una lástima que no pueda seguir regalándonos sus novelas porque realmente libros de este calibre merecen ser de lectura obligatoria a todo aquel que le guste disfrutar por entero de un libro.

jueves, 26 de julio de 2007

Un Premio Planeta??







Pequeñas infamias sigue estando en la primera fila de mi estantería y todavía no entiendo muy bien el por qué, ya que este libro no nos proporciona gran cosa,pero tambien tienen esa función los libros, ¿no? Entretiene y deja pasar las tardes muertas de domingo, sobretodo en verano. Los personajes son muy sencillos y la trama tan simple que desde el principio vas vislumbrando el final (nada emocionante,por cierto).
La historia se basa en un cúmulo de casualidades y secretos que rodean a un grupo de personas que se reúnen en la casa de veraneo de un coleccionista de arte. Las mediocridades y mentiras de la alta sociedad se ven aqui retratadas por la autora, que parece moverse como pez en el agua por estos ambientes (por lo que ha sido criticada durante mucho tiempo). Tal vez el conocimiento de este mundo o su capacidad de observación son los que ponen la única nota auténtica a la novela, que navega entre las aguas de lo policíaco y una sátira a las esferas más altas de la sociedad. Lo más interesante del libro, por lo menos en mi edición, es la portada: una fotografía estupenda con el título "Strawberries" y que recuerda sospechosamente a "American Beauty".
Yo no me lo hubiese comprado,pero es lo que tienen los cumpleaños, siempre te regalan aquello por lo que tú no pagarías.La verdad, para ser Premio Planeta (del año 1998) me esperaba algo más,mayor emoción, más sentimientos, o simplemente algo de mejor calidad, pero como ya he dicho, sirve para matar ese tiempo que no sabes cómo consumir. Además, y éste es el lado positivo, siempre es preferible un libro (por muy malo que sea, aunque no es de los peores) que un programa de corazón, ya que en ocasiones, Carmen Posadas tiene un poco más de gracia.