domingo, 2 de septiembre de 2007

Los vientos de la muerte



“…En Comala comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver…”

Joaquín Sabina.

La Media Luna está vacía y solitaria, nadie hay ya para recordar a Pedro Páramo. Nadie vive en la lejana Comala. Todos están muertos y aún así, todos le temen. Asesinado hace años, Pedro Páramo todavía es causa de temor. Y es que los muertos de Comala siguen vivos en su difunta eternidad y continúan en ellos las preocupaciones, sus obsesiones, sus quehaceres diarios. Comala es una ciudad donde los muertos están muy vivos, o los vivos muy muertos. Y en este estado de muerte, el miedo se respira en el aire bochornoso, miedo por el cacique y dictador Pedro Páramo, cuya sombra todavía extiende su crueldad entre las llanuras de la Media Luna.


“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”. Con esta frase célebre comienza el libro Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Esta novela corta cuenta la historia de un hijo en busca de su padre, de sus orígenes. Y en La Media Luna encontrará la muerte y la vida que anda buscando. A través de historias de muertos reconstruye la vida en Comala, una vida marcada por la muerte y el miedo que infundía su progenitor: Pedro Páramo. La pequeña Comala es un pueblito con extensas llanuras verdes que promete prosperidad, pero pasa a convertirse en la boca mismísima boca del infierno. Los vientos de la muerte destruyen todo lo que mora en sus llanuras: sueños, ilusiones…vidas.


Es de destacar en esta obra, en cuanto al plano formal, el abandono por parte de Rulfo de las normas vigentes respecto a la disposición por capítulos. En el texto se intercalan breves fragmentos, a veces sin ninguna relación con los restantes; son fragmentos de diálogo o monólogo, las voces del pueblo cuya identidad a veces el lector sólo puede intuir.
Nacido en una tierra árida, sombría y abandonada, el paisaje y los ambientes que aparecen en la obra de Juan Rulfo tiene mucho que ver con estas características. Tanto en la mayoría de sus cuentos (recogidos en El llano en llamas) como en Pedro Páramo, el narrador se inventa una mítica ciudad que constituye el paisaje donde se mueven sus atormentados personajes. Siempre es el mismo paisaje: una llanura desértica cuyos habitantes son gentes solitarias que sufren culpas y traman venganzas viviendo en una tensa espera. Para estos personajes, la vida se sitúa en algún lugar del pasado o del futuro, casi siempre susurrada por los vientos de la muerte.

sábado, 1 de septiembre de 2007

La sombra del viento


A veces yo también tengo la costumbre de regalar libros, so pena de que éstos no gusten. Éste fue el caso en el cumpleaños de mi "pepito grillo". Ella siempre me hace regalos útiles (su primer regalo fueron pilas y cintas para mi grabadora, no vaya a ser que me quede a medias en una entrevista), y yo pretendía regalarle algo especial. Pensé en un libro, sé que le gusta leer, pero quería algo especial. Así que me fui a la fnac y el libro me encontró a mi. Era una edición preciosa de La sombra del viento, de Carlos Ruíz Zafón, me miraba desde las estanterías y pensé que sería perfecto. Luego no resultó serlo para ella (cosa que me confesaría más tarde), pero valoró con agrado la intención, y por lo menos disfrutó de la prosa (aunque no de la historia).


Bueno, por lo menos coincidimos en algo: a ambas nos gustó la forma en la que estaba escrito. A mi, personalmente, la historia me sedujo desde el principio, la verdad es que desde que leí el título. Casi siempre me suele ocurrir lo mismo, si el título no me dice nada, el libro tampoco. Pero además de la historia, la riqueza léxica es un verdadero regalo de su autor.

Como otros tantos, hay gente que lo aborrece, pero humildemente creo que es gente que no disfruta con la lectura. De un libro no hay que esperar nada, ni siquiera que te sorprenda. Ahí está la gracia, en que cuando esperas y no recibes la decepción es enorme. Por otro lado, si no esperas nada a cambio más que el placer de relajarse es cuando las sorpresas pueden aparecer: nos trasportan a otras épocas, la imaginación vuela, la mente disfruta, hay MAGIA...

De él no os contaré nada, prefiero que os lo leais, y me corrijais si estoy equivocada.