domingo, 26 de agosto de 2007

En busca del código



¿No os pasa alguna vez que cuando todo el mundo hace una cosa, tú te empeñas en hacer otra? A mi me pasó con El Código da Vinci, de Dan Brown. Todo el mundo hablaba de él y yo me sentía como la única persona en el mundo que no lo había leído. Si iba en el metro, siempre había alguien leyéndolo; si hablaban de libros, todo el mundo comentaba lo bueno que era; en prensa era el día a día por su polémica con la iglesia...hasta en los canales de documentales pasaban vídeos inspirados en el best seller. Así que yo me negué en redondo a comprarlo, no quería ser un besugo más dejándose arrastrar por la corriente. Y cual salmón rio arriba, me dediqué a lo mio, hasta que llegaron los Reyes Magos...y mi hermanito me regaló el dichoso libro. Por no hacerle un feo (sólo por eso) comencé a leerlo, y entonces no pude dejarlo hasta llegar al final (por cierto, yo soy de esas que suelen mirar el final antes, pero en este libro no funciona). Oye, la de cosas que sabe Dan Brown, y lo engañados que hemos estado todos!! No entiendo toda la polémica que ha suscitado la novela, porque se trata precisamente de eso, una novela, una historia que alguien inventa y luego pasa a papel. Lo que ocurre es que algunos dejan de verlo como una historieta y se creen que es cierto todo lo que dicen, y empiezan a temblar los cimientos de todas las iglesias. Y claro, ¡con la Iglesia hemos topado!

Su adaptación al cine, como suele ocurrir, es penosa. Lo bueno que tiene el libro es la lógica con la que descifran los enigmas (me encantan las cosas de pensar), pero como en la gran pantalla los minutos son de oro, no tenían tiempo para tanto, así que cada código lo descifran en un pis-pas. La super campaña de márketing arrastró a la muchedumbre a comprarlo, y más tarde a ver el film y aunque sea malo, señores, ya hemos pagado todos nuestra entrada. Así que Dan Brown ha visto engordar su cuenta en el banco y si en unos años nadie se acuerda de él, no pasa nada. No pasará a la historia como un gran escritor, ni estudiaremos en el colegio su biografía ni su estilo literario, pero es que él tampoco pretendía ser Cervantes.

Quizás sea porque desde chiquitita siempre he tenido una educación religiosa (carmelitas, escolapios, ceu san pablo) y ya no creo en nada, pero el libro, en si mismo, no está mal. Personalmente, aborrezco los best sellers, aunque no dejo de admitir que tienen una cosa buena: parece una obligación leerse la novelita de moda, y eso hace que millones de personas lean, y eso, al menos para mi, es muy positivo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón en lo que dices,el mundo presionando para que leyeramos ese libro,al final fui uno de esos que se tiró y siguió al resto de salmones hacía el remonte del río.
Mi primera intención era cogerlo de la biblioteca pero su larga lista de espera me hizo desistir.
Al final después de mucho preguntar una prima me lo dejó y acabé de lleno en una novela de acción trepidante.

Anónimo dijo...

Hola patricia!!
Me ha gustado mucho tu comentario del código, sobretodo porque no lo he leido... Digo esto ya que como dices que la peli es tan mala y a mi me gustó tanto no voy a esperar ni un segundo más en leerme el libro. Supongo que yo soy uno de esos besugos que dices que se dejan llevar por las modas pero bueno no quiero ser uno de esos sin saber lo bueno que es el libro.