viernes, 24 de agosto de 2007

La casualidad...no existe



"La rueda de la vida" es un libro singular que cuenta la vida de su autora, Elisabeth Kübler-Ross. A través de sus páginas la autora hace una reflexión sobre los caminos de la vida, un destino que no podemos cambiar y que tenemos marcado al nacer. Todo lo que nos sucede tiene un significado, una misión que marcará para siempre nuestra existencia. La muerte deja de convertirse en un paso doloroso y se trasforma en un estado más de la vida, tan natural como nacer y crecer. Pero la sociedad actual ha tachado este tema como tabú y lo presenta como algo doloroso, concepción que Elisabeth trata de cambiar.


Nosotros no estamos solos en el mundo, estamos en conexión con otras personas, el amor nos hace crecer, nuestras relaciones nos enriqueceran más y el amor es realmente lo único que podemos poseer, conservar y llevarnos con nosotros. Esa es la enseñanza fundamental de este libro, una preparación desde los primeros pasos de nuestra existencia hasta la muerte.


Pero además, para mi, tiene otra lectura, la del camino de la vida. No hay nada, por pequeña que sea, que ocurra por azar. No somos dueños de nuestro destino, es el destino quién es nuestro dueño y todo lo que nos sucede tiene una explicación. Este libro me llegó en el momento justo, en una época en que no entendía lo que pasaba a mi alrededor. Mi cabeza se empeñaba en ir por un camino y sin embargo, las cosa que me rodeaban me guiaban por otro. Entonces un buen amigo me dijo que la casualidad no existe y me escribió algo que cambió mi perspectiva: "...no dejes de luchar por ese proyecto de vida y siempre, siempre, sigue tu estrella".


Además, traía una dedicatoria que siempre me recuerda a él, porque habla de ese mundo en el que los dos vivimos durante tanto tiempo. Espero que os guste tanto como a mi:


" Existe un mundo mágico, intangible para algunos, pero palpable para otros. Es el mundo de los libros. No es ingenuidad, no estoy equivocado; pues esta verdad se hace tan eterna que el tiempo deja ya de existir. ¡Imagínate lo eterno que es aqui un te quiero!" Ana María Matute


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando una rueda vital deja de girar provoca una reacción en cadena. Todo el mecanismo para en seco, el carro del que tiraba se para y, a su vez, otros carros y ruedas que le seguían se ven obligados a aminorar su marcha.
Con esto sólo quiero apuntar que el detino no es algo escrito que nos lleva de manera inevitable a un lugar predeterminado, sino esa fuerza que cada uno es capaz de poner para dar movimiento a la rueda que tira del carro y hace que los que le acompañan también sigan girando...
Con cariño para los amantes de la lectura...

Unknown dijo...

Estamos hechos de tal modo que necesitamos diariamente peque�as dosis de muerte porque si no no podr�amos llevar a cabo la tarea de vivir.
(Orlando. Virginia Wolff)